El Zenit de San Petersburgo es un equipo camaleónico. Al rival de este jueves en la ida de los octavos de final de la Europa League le gusta tener el balón, pero que rinde cuando espera al rival.

El conjunto dirigido por Sergei Semak practica un fútbol control, sacando el balón jugado desde atrás, pasando por los mediocentros, llegando al ataque por banda y buscando los centros para sus dos ‘9’ de referencia. Pero sin el esférico es un equipo mordedor, que presiona la salida del rival y se despliega con velocidad para asestar contras mortales. Todo ello, con una plantilla plagada de gigantes que se acercan o superan el 1,9 m de estatura.